Desafíos climáticos y económicos: el agro uruguayo en tiempos de incertidumbre

El sector agropecuario uruguayo enfrenta una serie de desafíos que combinan la incertidumbre climática con un contexto económico complejo. Fernando Lusiardo, director de Agromáquina Young, empresa especializada en la venta de maquinaria agrícola, conversó con Valor Agregado Norte sobre la situación actual del agro, el impacto del reciente temporal y las perspectivas para el mercado en 2024.

“El clima nos tiene en una verdadera montaña rusa”, afirmó Luziardo al describir los cambios abruptos que han afectado a los cultivos en los últimos meses. “Empezamos el año con una sequía severa hasta mediados de enero, con temperaturas muy altas y cultivos sufriendo”. Sin embargo, la situación dio un giro inesperado con lluvias intensas que permitieron una recuperación notable en maíces y sojas.

Pero cuando todo parecía encaminarse, un evento climático extremo volvió a poner en jaque al sector, como lo fue el fuerte temporal que se dio hace un par de semanas. “Se desató una tormenta de granizo de una magnitud que no recordamos en décadas. Fue devastador, afectando los mejores cultivos de la región y causando pérdidas significativas”, detalló Lusiardo. Además del daño a los cultivos, el temporal destruyó estructuras y maquinaria, lo que agrava las consecuencias económicas.

Lusiardo enfatizó que las pérdidas en el sector primario repercuten en toda la economía. “Cuando se pierde una cosecha, no solo afecta al productor; impacta en toda la cadena: desde el transporte de granos hasta los servicios locales. Hay menos trabajo para camiones, menos movimiento en las plantas de grano, menos actividad en las barracas y estaciones de servicio”, explicó.

A su vez, señaló una falta de conciencia social sobre la importancia del agro para el país. “Parece que a veces la sociedad no percibe que esto nos afecta a todos. La caída en la producción impacta en el comercio, los servicios y el empleo”.

Otro de los temas clave abordados fue el índice de desocupación en el departamento de Río Negro, una situación preocupante según Lusiardo. “Es paradójico que en un departamento con todas las producciones (forestal, lechería, ganadería y agricultura) tengamos un índice de desocupación tan alto”, sostuvo.

Indicó que uno de los factores es la rigidez de la normativa laboral y los convenios salariales fijados en Montevideo, que según dijo, no siempre se ajustan a la realidad de las empresas en el interior. Además, mencionó el atraso cambiario como un problema que afecta la competitividad del sector exportador. “Es un costo que el agro ha venido pagando muy fuerte desde 2023”, agregó.

Pese a las dificultades, Lusiardo resaltó la resiliencia del sector y el compromiso de su empresa en acompañar a los productores. “Estamos en el mismo vagón que el productor, atravesando las mismas dificultades. Hemos apostado a nuevas unidades de negocio como la venta de repuestos, que en tres años se ha consolidado”, comentó.

Además, destacó la importancia de las subastas virtuales de maquinaria, que han ganado terreno sobre los remates físicos. “Estamos preparando una nueva subasta para marzo. Nos permite captar interés del mercado sin que los equipos tengan que moverse de los predios, lo que reduce costos y riesgos”, señaló.

A pesar de los obstáculos, Lusiardo se muestra esperanzado en que la cosecha sea buena. “Preferimos tener rendimiento antes que buenos precios. Si los cultivos mantienen su estado y el clima nos da tregua, podemos esperar una zafra que reactive la economía del sector”, concluyó.

Fuente: Valor Agrícola

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